A los dulces típicos de Puebla se les considera como una auténtica delicia desde la época Colonial. Eran tan famosos, que se construyó la “Casa del Alfeñique”, una joya colonial que imitaba en sus adornos a los alfeñiques: los dulces típicos de pasta de azúcar con aceite de almendra.
Los dulces poblanos más conocidos están los polvorones, las obleas con miel, las pepitorias, los alfajores, las pepitas de calabaza, los buñuelos, los deliciosos borrachitos, entre muchos otros, pero sin lugar a dudas el más famoso es el camote.
El camote poblano, cuenta la leyenda, se originó en el convento de Santa Rosa en el siglo XVII. Se dice que el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz y Sahagún tenía que visitar el convento y fue entonces cuando una joven monja de nombre Angelina, sugirió elaborar un nuevo platillo aprovechando los camotes que recibían como donaciones.
Las monjas de los conventos coloniales de Santa Clara, Santa Rosa, Santa Mónica y Santa Teresa también pusieron en práctica más recetas de los nativos de la región que elaboraban dulces a base de frutas y semillas. A éstas les agregaron ingredientes europeos que dieron como resultado la variada dulcería poblana: 00, marinas de nuez, piñón y leche quemada, envinados, barquillos de merengues, frutas cristalizadas rompope y tortitas de Santa Clara.
Es tanta la importancia de esta dulce tradición en Puebla, que en pleno Centro histórico se encuentra la calle de los Dulces, llena de tiendas que ofrecen una gran variedad de dulces, además de muchas artesanías.
La calle más Dulce de Puebla
La seis oriente es la calle más popularmente conocida como calle de los dulces típicos o de Santa Clara. Actualmente alberga un total de 40 tiendas como “La Gran Fama”, “El Lirio”, “La Puebla”, entre otras, mismas que con el pasar de los años se han ido convirtiendo en empresas familiares para atender la demanda diaria del turismo local y extranjero.
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