PUEBLA, es uno de los más representativos destinos coloniales de México; esto se refleja en su arquitectura decorada con la inigualable Talavera, así como en su Gastronomía que enamora y cautiva a sus visitantes.
La cocina poblana es mucho más que sólo platillos típicos de Puebla, es resultado de un mestizaje de la comida prehispánica con la española, otorgándole la originalidad de colores, olores, sabores y texturas que se juntan en cada una de sus creaciones. Además, también cuenta con influencia de la cocina francesa y la árabe.
El origen de la cocina poblana se encuentra en los fogones de los conventos y en las cocinas de las casas de los mestizos y criollos. Fue en esos templos de sabor, donde las mujeres poblanas mezclaron productos nativos de la región como el maíz, chile, fríjol, jitomate y guajolote, con ingredientes de ultramar, como el aceite de oliva, trigo, cebolla y ajo, entre otros; utilizando para ello, diversos utensilios como ollas de barro, metates y cucharas de madera, distintos a los del resto del país.
Junto a sus guisos y antojitos, los dulces ocupan un lugar especial, destacando los camotes, jamoncillos, buñuelos, turrones, muéganos, borrachitos y las inigualables tortitas de Santa Clara.
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